1. El Debate sobre la Representación: Rousseau vs. Constant
Jean-Jacques Rousseau sostenía que la soberanía reside en el pueblo y no puede ser representada. Para él, la democracia solo es legítima si es directa, considerando que cualquier forma de representación implica una pérdida de libertad. Por el contrario, Benjamin Constant defendía la democracia representativa. Argumentaba que los individuos modernos valoran principalmente su libertad individual y su propiedad privada, por lo que delegar el poder político en representantes es plenamente compatible con la libertad política.
2. La Reform Act de 1832 en Gran Bretaña
La Reform Act de 1832 supuso el primer avance significativo en la democratización del sistema político británico, ampliando el derecho al voto hacia la burguesía. No obstante, presentaba limitaciones severas: se mantenía el sufragio censitario y se excluía totalmente a la clase trabajadora y a las mujeres. Fue una ampliación limitada del sistema liberal diseñada para estabilizar el régimen ante las presiones sociales.
3. El Cartismo: El Primer Movimiento Obrero Político
El Cartismo fue el primer movimiento obrero de carácter político en Gran Bretaña, surgiendo como respuesta a las limitaciones de la Reform Act. A través de la Carta del Pueblo, reclamó puntos fundamentales como:
- Sufragio universal masculino.
- Voto secreto.
- Igualdad de los distritos electorales.
- Sueldo (dieta) para los diputados.
Aunque el movimiento fracasó en sus objetivos inmediatos, visibilizó las demandas democráticas de los trabajadores y marcó los límites del liberalismo censitario.
4. Tocqueville y la Revolución de 1848
Para Alexis de Tocqueville, la Revolución de 1848 no fue una simple revolución política, sino una revolución social. Se caracterizó por la lucha entre la burguesía y el proletariado. Tocqueville se mostró preocupado por la radicalización de las masas y el peligro que la democracia social representaba para el orden liberal, reflejando el miedo de las élites liberales a la irrupción del pueblo en la política.
5. La Primavera de los Pueblos
Se conoce como la Primavera de los Pueblos a la oleada de revoluciones simultáneas que recorrieron Europa en 1848. Estas unieron demandas liberales, nacionales y sociales, logrando una gran movilización de los sectores populares. Aunque la mayoría de estas revoluciones fracasaron a corto plazo, marcaron un punto de no retorno en la historia europea al consolidar el sufragio universal masculino como un proceso irreversible.
6. Estrategias para Frenar la Democratización
Los Estados liberales emplearon diversos mecanismos para contener el avance democrático, tales como:
- El uso del sufragio censitario y el voto indirecto.
- La manipulación electoral y el control del orden público.
- La represión de los movimientos obreros.
El objetivo era utilizar la representación política para canalizar y controlar la participación popular sin perder el poder.
7. El Manifiesto de Seneca Falls
Redactado en 1848 en Estados Unidos, el Manifiesto de Seneca Falls es considerado el primer texto programático del feminismo organizado. Inspirado en la Declaración de Independencia, denunció la discriminación legal, política y social de las mujeres, exigiendo la igualdad de derechos y el derecho al voto. Supuso la politización del feminismo y articuló el movimiento por los derechos de las mujeres.
8. La Lucha por el Sufragio Femenino
El sufragio femenino fue el resultado de un proceso largo y desigual en Occidente. Los movimientos sufragistas surgieron con fuerza en el siglo XIX, especialmente en Estados Unidos y Gran Bretaña, mediante asociaciones, campañas y protestas. El papel social y económico desempeñado por las mujeres durante la Primera Guerra Mundial fue determinante para el reconocimiento final de su derecho al voto.
9. Teorías sobre el Nacionalismo: Gellner, Anderson y Hobsbawm
Diversos autores han analizado la construcción de las naciones:
- Ernest Gellner: Define el nacionalismo como una teoría política que busca la coincidencia entre el Estado y la nación, destacando el papel de la educación y el Estado en la homogeneización cultural.
- Benedict Anderson: Define la nación como una «comunidad imaginada», construida a través de una lengua y cultura compartida.
- Eric Hobsbawm y Terence Ranger: Analizan la «invención de tradiciones», símbolos y rituales creados en el siglo XIX para legitimar a los nuevos Estados-nación.
10. Instrumentos de Nacionalización de los Estados Liberales
Los Estados impulsaron políticas nacionalizadoras para fomentar una identidad común mediante:
- La escuela pública y el sistema educativo.
- El servicio militar obligatorio (ejército).
- Una administración centralizada.
- La creación de símbolos nacionales y una legislación unificadora.
11. Debilidad del Nacionalismo Español y Nacionalismos Alternativos
El nacionalismo español presentó debilidades debido a un Estado poco centralizado, con escasos recursos y una limitada capacidad de nacionalización. Esta situación facilitó la emergencia de nacionalismos alternativos en la periferia, como el catalán y el vasco, que propusieron identidades nacionales diferenciadas.
12. Explicaciones Económicas del Imperialismo
Dos visiones destacan en el análisis económico del imperialismo:
- J.A. Hobson: Argumentaba que el imperialismo respondía a la necesidad de buscar nuevos mercados y destinos para el capital excedente.
- Lenin: Consideraba que el imperialismo era una fase inevitable del sistema capitalista, impulsada por la competencia por el control de mercados, materias primas y zonas de inversión.
13. Motores No Económicos del Imperialismo
Más allá de la economía, existieron otros factores clave:
- Factores políticos: La búsqueda de prestigio y grandeza nacional.
- Factores estratégico-militares: El control de rutas comerciales, bases navales y posiciones geopolíticas fundamentales.
- Factores ideológicos y culturales: El darwinismo social (jerarquías raciales) y la creencia en la superioridad de la civilización europea, junto con la misión religiosa y cultural de llevar el «progreso».
- Factores sociales: El imperialismo como solución al exceso de población, ofreciendo oportunidades de migración y expansión.
14. El Reparto de África (1830-1914)
Las potencias europeas (Gran Bretaña, Francia, Alemania, Bélgica, entre otras) protagonizaron una carrera colonial donde el Estado, empresas privadas, misioneros y ejércitos jugaron un papel fundamental. La superioridad tecnológica (armas modernas, barco de vapor) y los avances médicos (quinina contra la malaria) facilitaron la conquista. La Conferencia de Berlín estableció las normas para el reparto, creando fronteras artificiales que ignoraron las realidades étnicas, provocando conflictos duraderos. Las consecuencias incluyeron la explotación económica y la dependencia para África, y la expansión del poder global para Europa.
15. La Expansión Europea en Asia
En Asia existió una gran diversidad de formas de dominación, incluyendo colonias directas, protectorados y zonas de influencia por parte de potencias como Gran Bretaña, Francia, Holanda, Rusia y, a finales del siglo XIX, Japón. Los factores clave fueron el control de rutas comerciales y el acceso a materias primas. Un ejemplo notable fueron las Guerras del Opio, que permitieron a las potencias imponer condiciones comerciales desfavorables a China. El imperialismo indirecto permitió mantener formalmente las estructuras políticas locales mientras el poder real residía en Europa, logrando un control eficaz con menor coste. Este proceso impulsó movimientos nacionalistas y de resistencia que marcarían la historia del siglo XX.
