Los Monasterios en la Alta Edad Media
Durante los siglos V al XI, los monasterios benedictinos ejercieron una importante labor tanto en la vida religiosa como en la social y cultural. Ellos fueron los evangelizadores de las poblaciones de Francia, Inglaterra y Alemania, y de pueblos más alejados. Enseñaron a los campesinos a cultivar las tierras y fueron los guardianes de la cultura clásica. Se enriquecieron notablemente y sus abades se convirtieron en auténticos señores feudales.
Era necesaria una auténtica reforma, y esta se produjo en los siglos X y XI. Dos fueron los focos principales de esta reforma:
La Abadía de Cluny (910)
Sus monjes comenzaron por restaurar los grandes principios de la Regla de San Benito. Para ello, se independizaron del poder temporal y reformaron profundamente las costumbres que se habían introducido en los monasterios. Los monasterios dependientes de Cluny se extendieron por toda Europa, llevando consigo el arte románico.
La Abadía de Cîteaux o Císter (1098)
Los monjes de Cluny también fueron cayendo en algunos de los errores que cometieron sus antecesores. Por eso, Roberto de Molesmes intentó volver al primitivo rigor de Cluny y fundó la abadía de Cîteaux o Císter. Un monje cisterciense, Bernardo, fundó una comunidad en Claraval, que se convertiría en uno de los monasterios más importantes de Europa.
Las Órdenes Mendicantes: Un Nuevo Modelo de Vida Religiosa
En el siglo XIII, el desarrollo de las ciudades y la extensión de algunas herejías crearon una situación nueva en la Iglesia. Los sacerdotes rurales eran incapaces de servir a las masas de pobres en las ciudades. Surgen en esta situación nuevas formas de vida religiosa: las órdenes mendicantes.
Nacen de la inspiración de algunos hombres notables, como el español Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), fundador de la orden de los predicadores o dominicos, o San Francisco de Asís (1182-1226), fundador de los hermanos franciscanos. También estaban los agustinos o ermitaños de San Agustín, que surgieron de la fusión de diversas congregaciones agustinianas, y los carmelitas, que tomaron su nombre del monte Carmelo.
Los frailes mendicantes viven pobremente en pequeñas comunidades urbanas. No disponen de las riquezas de las grandes abadías, sino que obtienen sus medios de subsistencia de limosnas.
El Cisma de Oriente: La Separación de Iglesias
La separación entre la Iglesia latina y la Iglesia griega se agrandaba cada vez más. Existían diversas razones: unas, de carácter político; otras, culturales; y otras, religiosas. Todo ello llevó a la ruptura entre las dos Iglesias, que se materializó en 1054, cuando el patriarca Miguel Cerulario mandó cerrar los monasterios latinos que había en Oriente.
El papa León IX y el patriarca de Constantinopla se excomulgaron mutuamente. Así nació la Iglesia ortodoxa. En el año 1964, el papa Pablo VI y el patriarca Atenágoras se encontraron en Jerusalén. Se fundieron en un abrazo y se levantaron la excomunión. Fue un primer paso en la reconciliación de dos Iglesias cristianas aún separadas.
El Cisma de Occidente: La Crisis Papal
La Iglesia vivió otro triste episodio que comenzó a finales del siglo XIV, cuando en la Iglesia hubo simultáneamente dos papas: uno residía en Roma y otro en Aviñón. Para solucionar el problema, se reunió un concilio en Pisa que depuso a los papas y eligió a otro. Pero la situación empeoró porque, al no renunciar los anteriores, hubo tres papas.
Años después, en el Concilio de Constanza del año 1417, eligieron a un nuevo papa: Martín V. De los tres papas anteriores, dos renunciaron, pero no Benedicto XIII, que huyó de Aviñón y se refugió en el castillo de Peñíscola, donde murió.
El Arte Románico: Expresión de la Cristiandad Medieval
El arte románico se desarrolló entre los siglos XI y XIII como arte de la cristiandad europea, unido a la orden monacal de Cluny. Se caracteriza por:
- Las bóvedas de cañón
- El arco de medio punto
- Los sillares bien tallados
El templo románico se presenta como una anticipación de la gloria divina en la tierra y como un resumen de las verdades de fe que los fieles deben creer. Con el arte románico surgió por primera vez, desde la caída del Imperio Romano, un lenguaje artístico con cierta homogeneidad en toda la Europa cristiana.
El Arte Gótico: Esbeltez y Espiritualidad Urbana
El arte gótico se desarrolló en los siglos XIII y XIV. Está ligado a la orden de Císter. Se puede hablar de dos tipos de construcciones:
Monasterios: Reflejan una gran austeridad y se levantan en lugares apartados, en consonancia con el principio de pobreza predicada por los cistercienses.
Catedrales: Esbeltas y situadas en las ciudades.
La Persona: Centro de la Sociedad y Principios Fundamentales
Es un ser social por naturaleza. Ni estamos solos ni vivimos solos en este planeta. Formamos parte de un amplio colectivo de personas y nos necesitamos unos a otros. Es el centro de la sociedad y todas las estructuras sociales deben tener como fin principal que el mayor número de personas puedan desarrollar las facultades que poseen y, sobre todo, facilitar todos los medios posibles para que las personas puedan vivir felices.
De la dignidad de la persona y de su sociabilidad se deriva una serie de principios que deben regular toda la vida social. Entre ellos se encuentran:
La primacía del bien común sobre el bien particular: El bien común debe estar orientado al desarrollo íntegro de la persona y a la conquista del mayor grado de felicidad posible.
Solidaridad con todos: La sociedad se compone de multitud de miembros, muchos de los cuales carecen de bienes más elementales para vivir y de los medios necesarios para desarrollarse como personas. Los bienes de la tierra están destinados al uso de todos.
La participación en la organización de la sociedad: No se puede excluir a nadie de los organismos que rigen la sociedad.