La Novela Española: Evolución y Tendencias (1940-2000)
Tras la Guerra Civil, la novela española cambia profundamente, ya que muchos escritores se exilian y en España la censura limita muchísimo la creación literaria.
Los Años Cuarenta: Tremendismo y Evasión
En los años cuarenta predominan las novelas triunfalistas, escritas desde el punto de vista de los vencedores, y las novelas de evasión, que intentan alejarse de la miseria de la posguerra. Sin embargo, aparecen dos novelas que muestran una visión crítica de la realidad:
- La familia de Pascual Duarte, de Cela, que inicia el tremendismo, una corriente que muestra los aspectos más duros y violentos de la vida.
- Nada, de Carmen Laforet, que refleja la pobreza material y moral de la Barcelona de posguerra a través de Andrea, su protagonista.
En esta etapa también empiezan a destacar Torrente Ballester y Miguel Delibes, que serán autores de prestigio en los siguientes años.
Los Años Cincuenta: La Novela Social
En los años cincuenta aparece la novela social, cuyo objetivo es denunciar las injusticias y desigualdades de la época. El precedente es La colmena, de Cela, que muestra la dura vida cotidiana tras la guerra. Los temas abarcan todas las clases sociales, desde el egoísmo de la vida burguesa hasta la explotación en el campo o en las industrias. Esta tendencia se caracteriza por:
- Un estilo sencillo y fácil de comprender.
- Abundancia de diálogos.
- Un punto de vista objetivista, donde el narrador apenas interviene y los personajes no se analizan psicológicamente.
- El protagonista suele ser colectivo (obreros, campesinos o la burguesía).
Los Años Sesenta: Renovación Narrativa y Experimentalismo
En los años sesenta surge un cambio de rumbo en la novela, debido al cansancio del realismo social y a la apertura cultural de España. Se introduce una profunda renovación narrativa, influida por la narrativa europea y latinoamericana. Dos obras fundamentales son Tiempo de silencio, de Luis Martín-Santos, y La ciudad y los perros, de Vargas Llosa. Aunque la crítica social continúa, la forma de narrar se vuelve mucho más innovadora:
- Se usan el monólogo interior, los saltos temporales y los cambios de perspectiva.
- Inclusión de fragmentos, documentos o anuncios que forman collages.
- Personajes psicológicamente complejos y conflictivos.
Autores como Goytisolo, Cela y Torrente Ballester desarrollan estas nuevas técnicas.
Desde 1975: Vuelta a la Tradición y Diversidad Temática
En 1975, con la muerte de Franco y la llegada de la democracia, la novela abandona el experimentalismo excesivo y vuelve a formas más tradicionales, centrándose en el argumento y en atraer al lector. Desde los años ochenta, la novela se convierte en el género más leído y aparecen obras muy variadas: policiacas, sentimentales, psicológicas, de aventuras, históricas, etc.
La Poesía Española: Tres Etapas Clave
Tras la Guerra Civil, muchos poetas españoles desaparecen o se exilian, lo que provoca un vacío cultural y un empobrecimiento del panorama literario de los años cuarenta. A partir de esta situación, surgen nuevas tendencias en la poesía española que podemos dividir en tres etapas principales.
Primera Etapa (Hasta 1950): Arraigo y Desarraigo
Esta etapa incluye dos tipos de poesía:
Poesía Arraigada
Expresa un sentimiento optimista ante la vida, dejando atrás los difíciles tiempos recientes. Sus temas principales son el amor, la familia, la religión y el paisaje, y se escribe con formas clásicas como sonetos o romances. Autores destacados de esta tendencia son Luis Rosales y Leopoldo Panero.
Poesía Desarraigada
Refleja un mundo caótico y lleno de sufrimiento y angustia. Esta poesía rompe con la perfección formal y utiliza versos largos, verso libre y lenguaje directo, sin metáforas. Libros muy influyentes de esta corriente son Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre e Hijos de la ira de Dámaso Alonso, que muestran el malestar existencial del hombre en la posguerra.
Segunda Etapa (1950-1960): Compromiso y Humanismo
Esta etapa se caracteriza por dos corrientes:
Poesía Social
Su finalidad es reflejar la realidad social y política, denunciar injusticias y defender la paz y la libertad. Está escrita en un lenguaje claro y sencillo, cercano al público, y se centra en los problemas de la mayoría, especialmente de quienes sufren desigualdades. Poetas representativos de esta corriente son Blas de Otero, Gabriel Celaya y José Hierro.
Poesía Humanizada
Se aleja de la política y se interesa por lo humano de manera realista, abordando temas como el paso del tiempo, la vida cotidiana, el amor, la amistad y el recuerdo de la infancia. Entre sus autores destacan Ángel González, Claudio Rodríguez, Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo, José Ángel Valente y Carlos Barral.
Tercera Etapa (Desde 1970): Los Novísimos y la Postmodernidad
Corresponde a los Novísimos, identificados a partir de 1970 con la antología Nueve novísimos poetas españoles, publicada por José María Castellet. Estos autores introducen un cambio con respecto a la poesía anterior, incorporando temas relacionados con la pintura, la música, el cine y los medios de comunicación, y adoptando elementos experimentales de las vanguardias y del modernismo. Algunos de los poetas más conocidos son Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Martínez Sarrión, Pere Gimferrer, Ana María Moix y Leopoldo María Panero.
La Poesía Tras 1975
A partir de 1975 se observa una vuelta a la poesía de contenido humano y a las formas clásicas, aunque se mantiene el uso del verso libre y aparecen influencias surrealistas en algunos autores como Blanca Andreu, Julio Llamazares o Margarita Arroyo.
El Teatro Español: De la Censura a la Renovación
La Posguerra y el Teatro de Evasión
El teatro español del siglo XX sufrió un gran impacto tras la Guerra Civil, con la muerte o el exilio de autores, escenógrafos y actores, la intervención de la censura y las limitaciones comerciales derivadas de los gustos del público. Durante la posguerra, las salas teatrales ofrecieron principalmente espectáculos de evasión, como sainetes y revistas musicales, dirigidos a un público burgués, y obras de contenido histórico o político para difundir la ideología de los vencedores.
La comedia burguesa, que defendía valores conservadores con leves críticas tolerables, continuó representándose, al igual que el teatro cómico, con humor de raíz surrealista e ilógica, cultivado por autores como Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura, cuya obra más conocida es Tres sombreros de copa. También destacaba Pedro Muñoz Seca con obras como La venganza de don Mendo.
Los Años Cincuenta: El Teatro de Protesta
En los años cincuenta surge el teatro de protesta, impulsado por estrenos como Historia de una escalera (1949) de Antonio Buero Vallejo. Este teatro refleja injusticias y desigualdades sociales, las condiciones de vida de los obreros, la miseria de la gente humilde y la represión ideológica. Predomina el realismo, con escenarios cotidianos y lenguaje que reproduce el habla de distintas clases sociales. Muchas obras de esta etapa permanecieron inéditas o no pudieron representarse debido a la censura, lo que dio lugar al llamado “teatro de la sombra” o “soterrado”.
Los Años Sesenta: La Renovación Teatral y Grupos Independientes
Durante los años sesenta se produce una renovación teatral, con autores que experimentan con el lenguaje y las técnicas dramáticas, influenciados por corrientes europeas como el teatro del absurdo. Los grupos de teatro independiente, como Els Joglars o Los Goliardos, introdujeron:
- La creación colectiva.
- La menor importancia del texto en favor de la expresión corporal, la música o la danza.
- La ruptura de las convenciones escénicas, buscando la participación del espectador.
El Teatro Tras la Muerte de Franco (Desde 1975)
Tras la muerte de Franco y la desaparición de la censura, desde 1975 se inicia un proceso de recuperación del teatro previamente prohibido, con montajes de obras de Lorca, Valle-Inclán, autores realistas y Fernando Arrabal. Sin embargo, poco después comienza un periodo de decadencia debido a la competencia del cine y la televisión. Hoy en día, el panorama es variado: el teatro comercial e institucional convive con grupos y autores que realizan propuestas innovadoras. Entre ellos destacan:
- Compañías institucionales como el Centro Dramático Nacional o la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
- Autores individuales de éxito como Antonio Gala o Fernando Fernán Gómez.
- Numerosos grupos teatrales que, en salas pequeñas, representan obras de autores desconocidos o marginados.
