Marx: La Alienación
1. Crítica a la Ideología
Karl Marx critica la ideología hegeliana, considerándola una falsedad que justifica los intereses económicos del capitalismo. Propone una perspectiva materialista donde la infraestructura (economía) determina la superestructura (ideología), la cual perpetúa la dominación de clase.
2. La Alienación
El sistema capitalista se sostiene gracias a la alienación, un proceso que impide la toma de conciencia de clase. Alienar significa separar al individuo de su esencia, forzándolo a vivir para otro.
Alienación del Productor Respecto al Producto
El trabajador no se reconoce en lo que produce; lo hace para otro, a cambio de un salario. Esto genera un vacío existencial y convierte el trabajo en una condena.
Alienación en el Modo de Trabajo
Con el taylorismo y la mecanización, el trabajo se deshumaniza, volviéndose repetitivo y cosificando al trabajador.
3. Alienación Ideológica
La ideología moldea la subjetividad del individuo para hacerlo funcional al sistema dominante. Se desactiva el poder revolucionario del proletariado ofreciéndole modelos externos (como inmigrantes o desempleados) como un enemigo común. Este proceso se refuerza a través de la educación, los medios de comunicación, la moral y la religión.
4. Alienación Moral y Religiosa
La moral y la religión son formas ideológicas que justifican el orden económico establecido. La religión, influenciada por las ideas de Feuerbach, actúa como el “opio del pueblo”, prometiendo una vida mejor en el más allá para adormecer la conciencia del individuo.
5. Revolución y Comunismo
Superar la alienación requiere la toma de conciencia de clase y la lucha por la revolución. Según Marx, la última revolución daría lugar al comunismo, un estadio donde desaparecería la propiedad privada y la vida dejaría de ser una condena.
Nietzsche: Crítica de la Cultura Occidental
1. Crítica de la Moral Occidental
Friedrich Nietzsche realiza una genealogía de los valores morales. Se pregunta: ¿por qué consideramos ‘bueno’ a lo que llamamos bueno? Su respuesta es radical: la moral cristiana occidental es una moral enferma, que niega la vida y exalta valores como la humildad, la compasión y la obediencia.
2. Tipos de Moral
Moral de los Esclavos
Nace del resentimiento de los débiles hacia los fuertes. Es reactiva, dice ‘no’ a la vida y exalta el sufrimiento. Su figura representativa es el sacerdote, quien impone una moral que anestesia, calma y esclaviza.
Moral de los Señores
Es afirmativa, vitalista, propia del ser noble. No teme ni esconde sus deseos. Se guía por su voluntad de poder, no busca aprobación externa ni se deja limitar por la culpa.
3. La Voluntad de Poder
Los valores no se basan en la razón (como proponía Kant), sino en una fuerza vital irracional: la voluntad de poder. Quien impone su visión del bien y del mal no lo hace por lógica, sino por un ejercicio de poder.
4. Voluntad de Vida vs. Voluntad de Muerte
Cuando predomina la voluntad de muerte (como en el cristianismo), se impone una moral de enfermos y esclavos. Si triunfa la voluntad de vida, surgiría una moral vital, libre y creadora.
5. Lo Dionisíaco y lo Apolíneo
Nietzsche distingue entre dos impulsos fundamentales:
- Dionisíaco: Exceso, pasión, música, cuerpo, alegría, embriaguez, caos.
- Apolíneo: Orden, medida, control, belleza clásica, razón.
Ambos impulsos son necesarios, pero la vida auténtica se manifiesta en la tensión dinámica entre ellos.
6. Crítica a la Culpa Cristiana
El cristianismo impone la culpa como una forma de dominio: el cuerpo, el deseo y el placer son vistos como pecados. Esto conduce a una ‘rebelión de los esclavos’ donde se castiga la vida por el simple hecho de ser vida.
Hannah Arendt: La Naturaleza del Totalitarismo
A. Características del Totalitarismo
1. Sustitución de la Ley por la Voluntad del Líder
En los regímenes totalitarios, la ley carece de valor frente a lo que dicte el líder supremo (como Adolf Hitler o Iósif Stalin).
2. Invisibilidad del Poder
El poder real reside en lo oculto, especialmente en la policía secreta, que se convierte en el órgano más poderoso del Estado.
3. Creación Sistemática de Enemigos
Toda la población es potencialmente sospechosa. El régimen totalitario necesita enemigos (como judíos, opositores políticos, o clases sociales específicas) aunque no hayan cometido ningún acto.
4. Campos de Concentración
Son el centro neurálgico del sistema totalitario. No son solo cárceles, sino que sirven para destruir la personalidad, la moral y la individualidad humana.
B. Consecuencias para las Víctimas
1. Destrucción de la Persona Jurídica
Se elimina a la persona como sujeto de derechos. Los prisioneros carecen de protección legal y de un juicio justo.
2. Eliminación de la Moral
Se aniquila la conciencia moral. En los campos, la distinción entre el bien y el mal desaparece, quedando solo la supervivencia. Los individuos se enfrentan a decisiones imposibles (como elegir qué hijo muere o traicionar para sobrevivir).
3. Destrucción de la Individualidad
Se anula la capacidad de pensar, decidir y actuar. Los métodos incluyen: desnudamiento, transportes inhumanos, rapado, humillación y torturas que destruyen al ser humano desde su interior.
C. El Mal Radical
- El totalitarismo representa el mal más profundo e incomprensible.
- Va más allá del interés o la codicia: es una maldad absoluta que convierte a las víctimas en meros objetos.
- Las personas dejan de ser vistas como seres humanos, y ya no hay espacio para el juicio ético.
Marx: Materialismo Histórico y Comunismo
El capitalismo cosifica al ser humano, convirtiéndolo en una mercancía explotada por el capital. La lógica del capital busca la plusvalía a costa de salarios bajos y condiciones inhumanas. Este sistema cae en crisis cíclicas que empeoran la vida de la población, generando contradicciones que, según Marx, provocarán su caída. Para Marx, la historia es una lucha de clases entre poseedores y desposeídos, un conflicto que se repite a lo largo de los distintos sistemas históricos. Mientras exista la propiedad privada, esta lucha será inevitable. El comunismo representa el fin de esa historia, un estadio donde desaparecerá la propiedad privada y, con ella, la división de clases. La conciencia de clase llevará a una revolución que cambiará el sistema, eliminando la alienación y haciendo que el trabajo deje de ser una condena. Sería, en esencia, el ‘cielo en la tierra’.
Nietzsche: El Superhombre
El capitalismo cosifica al ser humano, convirtiéndolo en una mercancía explotada por el capital. La lógica del capital busca la plusvalía a costa de salarios bajos y condiciones inhumanas. Este sistema cae en crisis cíclicas que empeoran la vida de la población, generando contradicciones que, según Marx, provocarán su caída. Para Marx, la historia es una lucha de clases entre poseedores y desposeídos, un conflicto que se repite a lo largo de los distintos sistemas históricos. Mientras exista la propiedad privada, esta lucha será inevitable. El comunismo representa el fin de esa historia, un estadio donde desaparecerá la propiedad privada y, con ella, la división de clases. La conciencia de clase llevará a una revolución que cambiará el sistema, eliminando la alienación y haciendo que el trabajo deje de ser una condena. Sería, en esencia, el ‘cielo en la tierra’.
Filosofía Analítica
La filosofía analítica es la corriente dominante en el mundo anglosajón durante el siglo XX, centrada en el lenguaje, la lógica y la búsqueda del significado y la verdad. Surgió con el Círculo de Viena, Bertrand Russell y el primer Ludwig Wittgenstein, bajo el nombre de neopositivismo lógico. Sus defensores iniciales sostenían que el significado se basa en la correspondencia entre el enunciado y la realidad; por ejemplo, la teoría pictórica del significado de Wittgenstein, donde el lenguaje representa la realidad como una imagen. Según ellos, los enunciados metafísicos (como los referentes a Dios o el alma) son pseudoenunciados sin sentido, ya que carecen de un referente real. Tras la Segunda Guerra Mundial, Wittgenstein evolucionó y planteó que el significado reside en el uso del lenguaje, no en su relación directa con la realidad, introduciendo el concepto de ‘juegos de lenguaje’. Esta nueva visión es más pragmática. Autores como Willard Van Orman Quine, Hilary Putnam y Donald Davidson desarrollaron esta línea, cuestionando ideas como la división entre lo analítico y lo sintético, o la posibilidad de traducir exactamente entre distintos lenguajes.
Panorámica de la Filosofía Contemporánea
Desde el siglo XIX hasta la actualidad, la filosofía se ha diversificado en numerosas corrientes, a menudo sin conexión directa entre ellas. Las principales incluyen:
- El Idealismo Alemán de Georg Wilhelm Friedrich Hegel, que influyó en Karl Marx y su Marxismo Materialista, enfocado en la transformación de la realidad social.
- La irrupción de Friedrich Nietzsche, quien rompe con la razón tradicional y propone una filosofía vitalista.
- En el siglo XX, la fragmentación se acentúa con el Neopositivismo Lógico, centrado en la ciencia y el lenguaje, que derivó en la Filosofía Analítica en países anglosajones, destacando figuras como Ludwig Wittgenstein y Bertrand Russell.
- El surgimiento del Existencialismo, con Jean-Paul Sartre, Martin Heidegger y Simone de Beauvoir, que ponen el foco en la libertad y la angustia humana.
- La Escuela de Fráncfort, con Theodor W. Adorno y Herbert Marcuse, que critican la sociedad desde una perspectiva marxista.
- Los Postestructuralistas, como Michel Foucault y Jacques Derrida, quienes analizan el poder, el lenguaje y la construcción del sujeto. Judith Butler, desde esta línea, realiza una crítica profunda al género y la sexualidad.
- Finalmente, en España, destacan José Ortega y Gasset y María Zambrano, quienes proponen una filosofía centrada en la vida y en el sujeto como ‘ser radical’.