Empirismo: Locke y Hume
Elementos del Conocimiento
Todos los conocimientos que el sujeto posee provienen de la experiencia a través de los sentidos. No existen las ideas innatas; todas ellas son adquiridas.
La mente del individuo es un papel en blanco (tabula rasa) en el que se van depositando los conocimientos sensibles (visuales, auditivos, táctiles, etc.).
Para aclarar este asunto, Hume afirma: «Si por innato entendemos todo lo que es natural, todas nuestras percepciones son innatas; si por innato entendemos lo que es original y no copiado, todas nuestras impresiones son innatas; pero, al nacer no hay nada innato».
Las percepciones se dividen en impresiones e ideas.
Impresiones | Ideas |
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Son originales (lo primero que obtenemos). | Son copias de las impresiones. |
Son vivaces (de gran intensidad). | Son descoloridas (de menor intensidad que las impresiones). |
Son inmediatas. | Son posteriores. |
Son evidentes (claras y precisas). Ver, oler, tocar, oír… | Son menos evidentes (con menor claridad y precisión). Pensar en lo visto, olido, oído, tocado… |
Conceptos Metafísicos
Locke y Hume mantienen posturas bastante diferentes con respecto a la idea de sustancia. Para Locke, la sustancia es un «no sé qué» que soporta las cualidades de un ser. Para Hume, es imposible saber si existen sustancias, pues estas están más allá del conocimiento humano.
Locke, por su pensamiento empirista, debería haber negado la existencia de la idea de sustancia, pero no fue así. Su empirismo es conservador, mientras que el de Hume es radical, es decir, lleva al extremo los principios empiristas.
Locke | Hume |
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Yo: La idea del yo es una intuición, y es imposible dudar de ella. Somos conscientes de que dudamos, imaginamos, afirmamos, etc. | Yo: No hay una percepción permanente e invariable del sujeto. «Por tanto, no sé qué soy, ni si existo». Puedo obtener muchas percepciones de mí mismo, incluso contradictorias, pero ello no me permite deducir que haya algo que soporte dichas percepciones. |
Dios: Esta idea es una certeza demostrativa. En nuestras capacidades humanas está grabada la idea de un ser infinito, ilimitado, etc. | Dios: De él no hay percepción sensible alguna. Por tanto, intentar decir qué es y si existe es absurdo. Dicho ser está más allá de los límites del conocimiento humano. |
Mundo: Dicha idea es una certeza sensitiva. Gracias a los sentidos, podemos saber de la existencia del mundo que nos rodea. | Mundo: Hay percepciones del mundo, pero ninguna es permanente e invariable. Además, del mundo solo podemos percibir lo que nos rodea; lo demás es una simple suposición. «Todo esto supera mi capacidad». |
Tipos de Conocimiento: Relaciones de Ideas y Cuestiones de Hecho
Relaciones de Ideas
Son el primer objeto de la razón humana. Pertenecen a las ciencias formales como la Lógica y las Matemáticas. Son proposiciones en las que el predicado está contenido en el sujeto; por tanto, su contrario es imposible, ya que afirmar lo contrario nos llevaría a una contradicción. Dichas proposiciones son tautologías, verdades de razón, puramente lógicas.
Ejemplo: «El triángulo tiene tres ángulos», «Los cuerpos son extensos».
Locke las denominó verdades de razón.
Cuestiones de Hecho
Son el segundo objeto de la razón humana. Son proposiciones que pertenecen a las ciencias empíricas, a la filosofía moral y a la psicología. No son tautologías. Su verdad depende de la experiencia y su contrario es posible. Se basan en el principio de causalidad y contigüidad.
Ejemplos: «Los arácnidos poseen cuatro pares de patas», «La virtud está en el término medio», «Los niños, a los dos años, construyen frases cortas correctamente».
Locke las denominó verdades de hecho.
El Principio de Causalidad
«Todo lo que comienza tiene una causa». En el tiempo, primero es la causa y luego el efecto. Para los clásicos y los racionalistas, es un principio evidente, algo de lo que es imposible dudar. Sin embargo, para Hume no es así. Dicho principio no es evidente, pues su fundamento es el hábito o la costumbre.
- Conocemos la relación causa-efecto por la experiencia; si no la hubiera, con solo ver la causa no podríamos deducir el efecto (ej: agua-ahogarse, fuego-quemarse).
- Al analizar dicha relación, lo único que conocemos son «dos objetos contiguos en el espacio (uno al lado del otro) y en el tiempo (uno anterior al otro)». Sin embargo, hay objetos que se presentan del mismo modo y no son uno causa del otro. Por ejemplo, dos relojes en la pared donde uno da la hora un momento antes que el otro.
- El fundamento de la relación causa-efecto (fuego-quemarse) es el hábito o la costumbre. Creemos que en el futuro las cosas ocurrirán como en el pasado, pero la experiencia no lo garantiza en absoluto.
Ética y Política
La Perspectiva de Locke
Para Locke, la moral es empírica, es decir, se adquiere de la experiencia. Lo bueno y lo malo se aprenden. Una acción buena es aquella conforme a la ley, mientras que la mala no lo es. La buena produce placer y la mala, dolor. La moral es universal, válida para todos los hombres. No obstante, también hay que conocer la ley civil y las costumbres de la sociedad en la que se vive.
Con respecto a la sociedad, concibe a todos los hombres como libres e iguales. Estos deben defender sus derechos naturales (vida, libertad y bienes), aunque, a veces, deban renunciar a ellos en favor de la mayoría. Además, los sujetos deben respetarse entre ellos (liberalismo político). Locke está en contra de la monarquía absoluta.
Distingue tres poderes:
- Legislativo (produce leyes): es elegido por el pueblo y puede ser anulado si no cumple el fin para el que ha sido elegido. Si el poder es tiránico, la rebelión está justificada. La teoría política de Locke influyó mucho en Montesquieu y en Norteamérica.
- Ejecutivo (ejecuta las leyes).
- Federativo (se encarga de las guerras y tratados).
La Perspectiva de Hume
Para Hume, la moral es emotiva (emotivismo moral), es decir, el sujeto no actúa determinado por la razón, sino por los sentimientos. La razón es «esclava de las pasiones». El sentimiento moral es la aprobación o el rechazo de ciertas actitudes y acciones, y es desinteresado y natural. La razón nos dice qué es bueno y qué es malo, pero no influye en la conducta humana. La conclusión es que «la moral es algo más sentido que juzgado». La única función de la razón es indicar al sujeto qué acciones son útiles para la sociedad (buenas) y cuáles no lo son (malas).
Con respecto a la sociedad, opina que esta existe porque es útil para los individuos: aumenta su fuerza, habilidad y seguridad. El núcleo inicial es la familia, y la organización política es posterior, naciendo de la necesidad de orden y justicia. Como la justicia natural no es suficiente, se necesitan gobiernos que proporcionen justicia y bienestar. Existe un «contrato implícito» entre gobierno y ciudadanos: el primero proporciona bienestar a los ciudadanos y estos reconocen su autoridad por la utilidad que reporta. Cuando un gobierno no es útil, no hay razón para obedecer sus leyes y la sublevación es lícita.